La vagina es un conducto elástico que tiene una longitud entre 8 y 12 cm. Gracias a sus paredes musculares puede aumentar su tamaño durante la excitación sexual un 200% o disminuir un 30% cuando se acerca el orgasmo.
La sensibilidad de la vagina es mínima más allá de los 3 o 4 cm de la entrada. La vagina carece de terminaciones nerviosas y no tiene ninguna estructura anatómica que pueda causar un orgasmo.
El protagonista de lo que “siente’’ la vagina es el clítoris que alberga miles de terminaciones nerviosas y vasos sanguíneos (unas 8000, y el pene sobre 4000). El clítoris es la clave del placer femenino, interviene directa o indirectamente (penetración vaginal u otras prácticas) en todos los orgasmos.
El clítoris no es un simple botón, es un órgano solo pequeño en apariencia, pero complejo y extenso. Se prolonga y ramifica a ambos lados del interior de la vagina. El orgasmo durante el coito vaginal se produce al presionar el pene la vagina y estimular las terminaciones nerviosas que se encuentran en el cuerpo interno del clítoris. No puede resultar extraño que muchas mujeres nunca alcancen el orgasmo solo con la penetración y sí tengan respuesta orgásmica con la estimulación directa del clítoris.
La vagina ha tenido un papel preferente tal vez por ser el órgano de la mujer vinculado a la maternidad y a la reproducción y por lo tanto, el orgasmo femenino vaginal, el que se consigue a través del coito, el más valorado. Sin embargo, el clítoris, el único órgano destinado exclusivamente al placer femenino, se le ha invisibilizado, maltratado y etiquetado su orgasmo como infantil frente al orgasmo vaginal de las mujeres adultas y maduras. Hoy no tiene sentido hablar de distintos tipos de orgasmo.
En cuanto al “punto G”, ¿existe un punto G bien diferenciado en el interior de la vagina? Despierta muchas controversias porque no hay pruebas sólidas de la existencia de un lugar de la anatomía sexual femenina dónde localizar este “punto misterioso”, lo que no quiere decir que no exista esta pequeña zona especialmente sensitiva, situada en la pared vaginal frontal (zona del ombligo), entre 3 y 5 cm de la entrada de la vagina. Su estimulación puede generar orgasmos más intensos y en algunos casos, la emisión involuntaria de un fluido incoloro similar al líquido preseminal masculino.
Exista o no, sea un punto, un área, o una prolongación del clítoris, lo cierto es, que mientras “los expertos “no parece que se pongan de acuerdo, para muchas mujeres es uno de los puntos especialmente erógenos de su cuerpo. En cambio, otras mujeres no lo han buscado o no lo han encontrado, en cualquier caso, no debería convertirse en una exigencia sexual que puede generar ansiedad, frustración e insatisfacción sexual.
Solicita una consulta con el equipo médico de la Clínica para realizar un estudio y valoración de tu situación.
Oviedo: 985244263
León: 987220205