Lo que deberíamos preguntarnos es por qué esta aceptación de normalidad del dolor menstrual, cuando millones de mujeres de todo el mundo padecen durante todos los meses de la mitad de su vida dolores menstruales fuertes e incapacitantes, no simples molestias y tiene un nombre: dismenorrea.
El dolor que acompaña a la menstruación es causado por contracciones uterinas que ayudan al útero a desprenderse del endometrio durante la menstruación. Una mujer tiene, desde aproximadamente los 12 años hasta los 50 años, un promedio de 500 periodos menstruales, cada una presenta una situación individual y unas características propias durante la menstruación. Hay mujeres que atraviesan este periodo sin excesivas molestias, otras pueden sobrellevar esta etapa utilizando analgésicos. Por otro lado, hay un alto porcentaje de mujeres que viven la menstruación con una sintomatología intensa que no debería ignorarse, porque puede no tratarse de una simple regla y ser una dismenorrea con patología orgánica como endometriosis, enfermedad pélvica antiinflamatoria, ovarios poliquísticos… De cualquier forma es tu dolor, es real para ti, la regla es algo normal pero el dolor insoportable de regla no tiene porque serlo.
El sufrimiento menstrual está infravalorado y las referencias negativas siguen presentes en nuestra sociedad , has aprendido que el dolor forma parte de “convertirse en mujer” y que debe quedarse en la esfera íntima. Cuando te quejas, algunos/as te dicen que eres una pusilánime exagerada, una histérica con un bajo umbral del dolor e incapaz de soportar algo “tan normal y natural”, como los dolores que se van a repetir todos los meses durante una cuarentena de años.
Durante “esos días” donde el dolor es el principal protagonista, puede ser difícil seguir con tu vida cotidiana, y aún así , a menudo, escuchas que es psicológico, emocional, que hay que acostumbrarse, que hay que menstruar, pero debes hacer como si no sucediera. Es posible que necesites disculparte cuando tienes que parar para recuperar el aliento y seguir lidiando con tu dolor, porque ya sabes que la vida sigue … pero no de cualquier manera, porque vivir con esta dolencia es una odisea que causa además mucho malestar psicológico .
Si hay cientos de maneras de referirse a la sangre menstrual sin nombrarla, si es algo sucio que hay que ocultar, si ni siquiera se puede visibilizar y normalizar en los spots publicitarios de compresas, si vemos ”ofensivo”, “asqueroso” que aparezca tal y como es: sangre roja, y nos parece más aceptable ver a una mujer encantada ,feliz con su regla y con su compresa manchada de una “nube azul” ¿ podemos decir que en pleno siglo XXI algo tan natural y saludable como la regla no sigue estando rodeado de tabúes?
En este marco, de siglos de estigmatización de la sangre menstrual no es difícil sentirse incomprendida y una de las razones por las que muchas mujeres con estas dolencias menstruales ni siquiera consulten o lo hagan tarde, porque la dismenorrea no está tratada como se merece: un problema de salud.
Hoy en día, existen técnicas para la evaluación de la dismenorrea, y el diagnóstico se puede realizar en fases tempranas . Consulta en CLÍNICA BUENAVISTA para un diagnóstico precoz y buscar el tratamiento más adecuado para TI.
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