Por Genevra Pittman

NUEVA YORK (Reuters Health) – Un estudio realizado en Dinamarca sugiere que el aborto no aumenta el riesgo de que mujeres con antecedentes de enfermedad mental, como esquizofrenia o trastorno bipolar, tengan que regresar a un hospital psiquiátrico.

Aun así, las mujeres que pasaron por un aborto registraron una tasa de reinternación más alta antes y después del procedimiento que las que tuvieron a sus bebés.

«No estamos diciendo que a este grupo de mujeres les va realmente muy bien, sino que el procedimiento no estaría asociado con un aumento del riesgo de reinternación», dijo la coautora Trine Munk-Olsen, de la Universidad de Aarhus. «Es un grupo de mujeres más vulnerable», añadió.

La experta aclaró también que el estudio sólo consideró las complicaciones psiquiátricas lo suficientemente graves como para administrar un tratamiento intensivo, de modo que no sirve para aportar indicios del efecto del aborto en mujeres con depresión más leve.

Los sentimientos de tristeza y pérdida después del aborto son «pasajeros y adecuados», dijo la doctora Anne Davis, obstetra y ginecóloga del Centro Médico de la Columbia University, en Nueva York.

«Ese tipo de estrés produce reacciones emocionales normales», indicó Davis, que no participó del estudio.

Los nuevos datos surgen de las historias clínicas de mujeres de Dinamarca que habían estado internadas en centros de atención psiquiátrica y tuvieron un aborto o dieron a luz entre 1994 y el 2007.

En cada caso, el equipo analizó la posibilidad de cada mujer de tener que ser reinternada por algún trastorno psiquiátrico durante los nueve meses previos y el año posterior al aborto o el parto.

El 11 por ciento de las 2.838 mujeres con un primer aborto fueron reinternadas durante el estudio, comparado con el 5 por ciento de las 5.293 mujeres que tuvieron un bebé.

Aun así, las participantes que tuvieron un aborto no fueron más propensas a tener que volver a un hospital psiquiátrico inmediatamente antes o después del procedimiento que en los meses previos, aun antes de quedar embarazadas.

Eso sugiere que algunas de esas mujeres habrían optado por el aborto debido a sus problemas psiquiátricos y los estresores asociados, y no que el aborto habría agravado su estado mental, según publica el equipo de Munk-Olsen en Archives of General Psychiatry.

En cambio, las tasas de reinternación fueron más altas después de tener un bebé que antes del parto en el resto de las mujeres, sobre todo en el primer mes posterior al nacimiento.

Esto coincide con los resultados de estudios previos y Munk-Olsen lo atribuyó a una combinación de los riesgos genéticos, la falta de sueño y los cambios biológicos y hormonales del período posparto.

La autora señaló que el aumento de las reinternaciones psiquiátricas entre los nueve meses previos y el año posterior al aborto, explicaría por qué algunos estudios previos habían sugerido que el aborto aumentaría el riesgo de desarrollar problemas mentales.

Una experta ajena al estudio opinó que los resultados coinciden con estudios publicados de alta calidad.

«Todo aquello que hace que una mujer piense que no es el momento de tener un hijo es un factor de riesgo mental», dijo la doctora Nada Stotland, psiquiatra de la Escuela Rush de Medicina, en Chicago.

«El mejor vaticinador de la salud mental después de un aborto es el estado de salud mental previo al procedimiento. El aborto estaría asociado con los trastornos mentales, pero no los causa», indicó Stotland.

FUENTE: Archives of General Psychiatry, online 6 de febrero del 2012

Reuters Health