Una gran población de mujeres australianas se vieron protegidas hasta cierto grado tras la vacuna, informan los investigadores
MARTES, 4 de marzo de 2014 (HealthDay News) — Un estudio reciente ofrece más evidencia de que la vacuna contra el virus del papiloma humano (VPH) es un arma potente en la lucha contra el cáncer cervical.
En un estudio que examinó la efectividad de la vacuna en una gran población de mujeres australianas, los investigadores de la Universidad de Queensland afirman que su hallazgo sugiere que la vacuna contra el VPH es efectiva cuando se administra a un grupo amplio de individuos.
El VPH puede conducir a lesiones precancerosas del cérvix (cuello del útero), verrugas genitales y cáncer cervical, señaló el Dr. Subhakar Mutyala, director asociado del Instituto Oncológico Scott & White del Colegio de Medicina Texas A&M. Mutyala, que no participó en el estudio, dijo que los ensayos clínicos han mostrado que la vacuna contra el VPH en las mujeres jóvenes ayuda a prevenir el cáncer cervical.
Australia fue el primer país en crear un programa nacional de vacunación con fondos públicos, y sus autoridades de salud comenzaron a vacunar a las mujeres contra el virus en 2007.
Los autores del estudio recolectaron datos de 2007 a 2011, usando un registro poblacional de Queensland. Más de 100,000 mujeres de 12 a 26 años de edad recibieron su primer frotis de Papanicolaou en ese periodo. Los frotis de Papanicolaou buscan lesiones precancerosas y cancerosas en la cerviz.
Para aprender más sobre la efectividad de la vacuna, los investigadores dividieron a las mujeres en tres grupos según los resultados de sus frotis de Papanicolaou: un grupo resultó positivo respecto a las lesiones precancerosas y cancerosas, otro grupo resultó positivo respecto a lesiones anómalas pero no precancerosas, y un tercer grupo de «control» que tuvo unos resultados normales en el frotis de Papanicolaou.
Entonces, los autores examinaron la efectividad de la vacuna en mujeres «sexualmente inexperimentadas» que no tenían una infección previa, algunas de las cuales habían recibido una, dos o tres dosis de la vacuna contra el VPH, que se administra en tres dosis.
Los autores reportaron que las tres dosis proveyeron una protección del 46 por ciento contra las anomalías cervicales de «alto grado», como las lesiones precancerosas, y una protección del 34 por ciento contra otras anomalías cervicales, como las verrugas genitales, en comparación con las mujeres que no recibieron la vacuna.
Los investigadores también hallaron que dos dosis de la vacuna proveían una protección del 21 por ciento contra las anomalías de alto grado y otras anomalías cervicales. Una dosis de la vacuna no protegió de la infección.
Los hallazgos aparecen en la edición en línea del 4 de marzo de la revista bmj.com.
«Se trata de un estudio importante», aseguró el Dr. Jeffrey Klausner, profesor de medicina (enfermedades infecciosas) y salud pública del Centro Médico Ronald Reagan de la UCLA. «Compararon a las mujeres con enfermedad cervical con mujeres sin esa enfermedad, y hallaron una tasa significativa de protección, con una reducción de casi un 50 por ciento en el riesgo en las mujeres vacunadas frente a las no vacunadas».
Mutyala anotó que el estudio muestra que en la vida real (y no solo en un ámbito controlado de investigación) la vacuna tiene un impacto significativo sobre la salud de las mujeres.
«La meta es erradicar el virus del VPH en toda nuestra población, y el estudio en realidad muestra que la vacuna funciona en Australia», dijo Mutyala. «Reduce las anomalías a nivel celular y microscópico que detecta el Frotis de Papanicolaou».
En un estudio distinto publicado el mes pasado en la Journal of the National Cancer Institute, investigadores daneses reportaron que las mujeres jóvenes que recibían la vacuna contra el VPH tenían un riesgo mucho más bajo de lesiones precancerosas en comparación con las que no se vacunaban.
Según los Centros para el Control y la Prevención de las Enfermedades (CDC) de EE. UU., cada año ocurren unos 15,000 cánceres provocados por el VPH en las mujeres, y el cáncer cervical es el tipo más común. Aproximadamente 7,000 cánceres provocados por el VPH ocurren en los hombres, y los cánceres de garganta son los más comunes.
Dos vacunas contra el VPH (Cervarix y Gardasil) son autorizadas por la Administración de Drogas y Alimentos (FDA) de EE. UU. y recomendadas por los CDC. Mutyala apuntó que las vacunas están aprobadas por la FDA para su uso en niños de ambos sexos a partir de los 9 años. Dijo que solo alrededor de un tercio de las chicas de EE. UU. están actualmente vacunadas, y apenas el 7 por ciento de los chicos.
Klausner comentó que EE. UU. debería tener una mejor educación pública sobre el VPH y los programas de vacunación.
«Es vergonzoso que en EE. UU., el país más rico del mundo, no podamos vacunar contra el cáncer», dijo Klausner, quien revisó hace poco la vacunación contra el VPH en Ruanda, África, donde la tasa de vacunación es del 97 por ciento. «La vacuna funciona y es segura».
Artículo por HealthDay, traducido por Hispanicare
FUENTES: Subhakar Mutyala, M.D., associate director, Scott & White Cancer Institute, Temple, Texas, and associate professor, department of radiology, Texas A&M College of Medicine; Jeffrey Klausner, M.D., professor, medicine (infectious diseases) and public health, and professor, Program in Global Health, Ronald Reagan UCLA Medical Center, Los Angeles; March 4, 2014, bmj.com
HealthDay