ANTICONCEPCIÓN PERMANENTE
Opciones definitivas para no tener hijos
- Las técnicas sin incisiones, por la vagina, también resultan eficaces
- El objetivo siempre es lesionar y obstruir las trompas de falopio
MARÍA SAINZ
MADRID.- No quieren seguir aumentando la familia o no desean tener hijos. Algunas mujeres acuden a la consulta de su ginecólogo pidiendo un método anticonceptivo permanente e irreversible. Además de la ligadura de trompas, realizada a través de pequeñas incisiones en el abdomen (laparoscopia), cada vez se imponen más las técnicas por histeroscopia, a través de la vagina.
La llamada ‘ligadura’ (término genérico que engloba distintas opciones) lleva medio siglo siendo el método estrella para provocar esterilidad. Se trata de una técnica mínimamente invasiva que requiere realizar dos cortes en el abdomen para introducir el laparoscopio, provisto de una cámara, y el instrumental para bloquear las trompas de Falopio y, por tanto, impedir la fecundación del óvulo.
Aunque para realizar este procedimiento se han empleado anillos o pinzas, lo más habitual en la actualidad es la cauterización, que consiste en quemar una parte de las trompas. Los expertos pueden retirar o no el trozo necrosado pero lo fundamental es la cicatriz que se creará pasados tres meses. Ésta será la que provoque la infertilidad: el óvulo nunca podrá ser fecundado por el espermatozoide porque el camino quedará bloqueado.
A pesar de que la técnica ha evolucionado mucho, y cada vez es más sencilla, todavía requiere anestesiar a la paciente y que ésta permanezca ingresada al menos durante unas horas; además, es necesario realizarla en un quirófano.
Una opción menos invasiva
Como alternativa a este procedimiento, cada vez son más los especialistas que recomiendan una opción menos invasiva: la histeroscopia. Los médicos acceden a las trompas a través de la vagina, sin necesidad de realizar incisiones o recurrir a la anestesia, y pueden hacerlo en la misma consulta, de modo ambulatorio.
«Están destinados a sustituir a la ligadura de trompas», apunta a ELMUNDO.es Eduardo Arjona, jefe del servicio de Obstetricia y Ginecología del Hospital Reina Sofía de Córdoba. De hecho, él y su equipo son los españoles más experimentados en uno de estos métodos anticonceptivos: el Essure.
Durante el X Congreso de la Sociedad Española de Contracepción (SEC), recientemente celebrado en Zaragoza, el doctor Arjona comentó los pros y contras de esta técnica. Desde 2003, que se puso en marcha, 4.000 mujeres se han sometido al procedimiento en el citado centro sanitario; 30.000 en toda España.
Se introducen sendos muelles en las trompas utilizando como vía de entrada un orificio natural, la vagina. El dispositivo Essure (fabricado por Conceptus) bloquea el paso del óvulo y los espermatozoides, impidiendo la fecundación. El efecto anticonceptivo no es inmediato sino que requiere unos tres meses, que es lo que tarda el tejido cicatricial en crecer alrededor de los muelles, cortando la vía de entrada y de salida.
El método es más caro que la ligadura de trompas. Sin embargo, como explica Arjona, en su conjunto resulta rentable ya que evita el quirófano, la anestesia y el ingreso de la paciente. Además, los expertos argumentan que, una vez aprendida la forma de colocación, el procedimiento es más simple, seguro y rápido.
Y, como apunta este médico, también es más eficaz. «La ligadura falla más con el paso del tiempo. A los cinco años, esto sucede en un 1,3% de los casos, frente al 0,2% que hemos detectado con el Essure».
La población diana a la que se dirige esta técnica es similar a la de la ligadura de trompas: personas que no quieren tener más hijos. «De las 4.000 mujeres que hemos tratado, un 64% tenía dos hijos; un 28%, tres o más; un 7% un hijo y un 1% ninguno», ha añadido este ginecólogo.
Un tapón que impide la fertilización
En esta misma línea, y también presentado en el citado congreso, se sitúa otro dispositivo: Adiana. La forma de implantación es similar a la de Essure pero, en lugar de muelles, en este caso se introducen una especie de tapones, del tamaño de un grano de arroz.
«Estas pequeñas matrices van conectadas a un generador de radiofrecuencia que libera una pequeña cantidad de energía y que provoca una quemadura superficial en las trompas. Por una reacción natural, en esta lesión crecerá tejido que acabará cubriendo el dispositivo y provocando una oclusión», explican sus creadores, la compañía Hologic.
El dispositivo llegó al mercado desde finales de 2009 y está dispuesto a desbancar a su competidor directo. De hecho, sus fabricantes no dudan en enumerar algunas de las propiedades que lo hacen superior: «Los tapones no sobresalen hacia el útero, como ocurre con los muelles. Esto es importante, por ejemplo, si la mujer, pasados unos años, decidiese someterse a un proceso de fecundación in vitro ya que los muelles podrían estorbar durante la gestación».
Para Javier Haya, jefe de Obstetricia y Ginecología del Hospital General de Ciudad Real, el futuro de la anticoncepción permanente pasa por la histeroscopia y, más en concreto, por el método Adiana. «Es más seguro, más cómodo de poner y más barato que el Essure. Pero eso no significa que este último no funcione bien; se tiene más experiencia con él y ha demostrado ser eficaz».