Clinica Buenavista es el único centro de Asturias que utiliza esta técnica con excelentes resultados
Noticia aparecida en La Nueva España el 3/junio/2016
Esta técnica novedosa no invasiva e indolora permite tratar de forma definitiva dolencias ginecológicas como la incontinencia urinaria, la atrofia vaginal, los herpes y las verrugas y para el rejuvenecimiento vaginal.
Oviedo, E. C.
Los genitales femeninos pueden sufrir modificaciones fisiológicas fruto del paso del tiempo o a causa de partos instrumentales, distócicos o múltiples, así como a consecuencia de bebés de mucho peso. Estas alteraciones estructurales, funcionales y estéticas pueden solucionarse fácilmente gracias a las nuevas tecnologías y a los procedimientos quirúrgicos revolucionarios del campo de la gineco-estética, subespecialidad de la ginecología que permite mejorar la calidad de la vida sexual de las pacientes, así como su estética corporal de las zonas íntimas. Los médicos ginecólogos expertos en estos tratamientos avanzan con las tecnologías y en la actualidad han dado un paso más en su práctica clínica para atender las nuevas demandas de las pacientes, no sólo relacionadas con la salud ginecológica, sino también con su satisfacción sexual y con la búsqueda de la belleza estética.
Es evidente que en los últimos años la preocupación por las zonas íntimas ha ido en aumento, y las mujeres buscan tener su vagina lo más estética posible. Además, cada vez se impone un canon de belleza difícil de alcanzar y la zona V no se salva. Una vagina bien depilada, rosada, estrecha y con los labios pequeños está en la mente de muchos. Asimismo, aumenta el número de mujeres que se atreven a buscar solución a su insatisfacción a causa del daño de los tejidos vaginales ocasionados por el parto, traumatismos y el paso del tiempo. Una mejoría del aspecto externo y de la funcionalidad de las partes intimas de la mujer restablecen la autoestima y un reencuentro de pareja de forma satisfactoria.
Entre las diversas opciones de cirugía intima femenina asistida, el láser es la mejor, tanto por su precisión como por su rapidez, ya que únicamente requiere dos sesiones de 20 minutos cada una, no se conocen contraindicaciones y pueden renovarse las relaciones sexuales tras tres días pasado el procedimiento. Se trata de un tratamiento que va dirigido a todas las mujeres, independientemente de su edad, aunque lo más frecuente es realizarlo en pacientes de entre 30 y 60 años.
En Clínica Buenavista Oviedo ofrecen a sus pacientes un completo ámbito de tratamientos en el campo de la cirugía íntima (reestructuración y rejuvenecimiento vulvo-vaginal), mediante tecnología láser de última generación, que sólo requiere anestesia local, sin hospitalización y con un posoperatorio domiciliario mínimo.
Entre los procedimientos más demandados están la himenoplastia o reconstrucción del himen, labioplastia (reducción de los labios menores, reconstrucción perineal, habitual en mujeres que han sufrido partos difíciles o traumatismos que han provocado el agrandamiento de la zona entre el ano y la vulva; eliminación de verrugas en el área genital, así como estrechamiento vaginal no quirúrgico.
El láser del sistema Gynelase TM utilizado en la Clínica Buenavista concentra el efecto térmico del láser de CO, fraccionado a nivel de la mucosa vaginal, dando como resultado la remodelación y el fortalecimiento de las paredes vaginales para volver a su estado más juvenil. Se produce también una reducción de la sequedad vaginal, una disminución de la recurrencia de las infecciones vaginales y la síntesis de nuevas fibras a lo largo de la pared vaginal anterior y región periuretral, que ayuda al tratamiento de la incontinencia urinaria de esfuerzo leve-moderado y mixta.
Además, las ventajas del láser son muchas, pues pernite realizar un corte controlado más limpio y superficial con potencia regulable, aportando mayor seguridad en los trazos, así como mayor rapidez en la intervención. La satisfacción con el resultado estético, la comodidad al usar ropa interior y el disfrute de las relaciones sexuales tienen un porcentaje de éxito de un 99 por ciento.
Fuente: La Nueva España – Ginecología