Una evaluación anual es importante, aseguran los expertos, porque los cánceres en las mujeres más jóvenes tienden a crecer más rápido y antes

Mamografía
MIÉRCOLES, 20 de julio (HealthDay News) — El valor de las mamografías anuales para las mujeres de 40 a 49 años, tema de un persistente debate entre grupos de políticas y abogacía de salud, ha conseguido un respaldo inequívoco del grupo más grande de obstetras y ginecólogos del país.
El miércoles, el Colegio Americano de Obstetras y Ginecólogos (American College of Obstetricians and Gynecologists, ACOG) emitió nuevas directrices que indican que se deben realizar mamografías anuales a partir de los 40. Esto es distinto de sus recomendaciones previas, que aconsejaban mamografías cada uno o dos años a partir de los 40, y luego anuales a partir de los 50, basándose en la incidencia de cáncer de mama en las mujeres más jóvenes y su avance típicamente más acelerado, explicó la coautora de las directrices, la Dra. Jennifer Griffin.
Las directrices entran en conflicto con las publicadas a finales de 2009 por el Grupo de Trabajo de Servicios Preventivos de EE. UU. (U.S. Preventive Services Task Force), que recomendaban que las mamografías de evaluación se hicieran solo cada dos años a partir de los 50, porque pueden resultar en muchos falsos positivos, provocando biopsias y pruebas adicionales innecesarias.
«Creo que el principal punto que tomamos en cuenta es que unas 40,000 mujeres entre los 40 y 49 son diagnosticadas cada año con cáncer de mama, y alrededor del 20 por ciento de ellas morirán por su causa», comentó Griffin, profesora asistente de obstetricia y ginecología del Centro Médico de la Universidad de Nebraska. «Las mamografías de evaluación reducen el riesgo de muerte en quince por ciento» en esa población.
Más de 207,000 mujeres estadounidenses fueron diagnosticadas con cáncer de mama invasivo en 2010, según el ACOG, y casi 40,000 murieron por la enfermedad. El cáncer de mama es el segundo tipo de cáncer más común en las mujeres de EE. UU., tras el de piel. Una mamografía puede detectarlo mientras es muy pequeño y antes de que crezca lo suficiente para hacerse sintomático.
Un factor clave de la recomendación del ACOG es la duración inferior de la enfermedad preclínica (el periodo en que el cáncer puede ser detectado por una mamografía mientras sigue siendo muy pequeño y antes de crecer lo suficiente para causar síntomas) en las mujeres más jóvenes. Las mujeres de 40 a 49 años tienen una enfermedad preclínica de 2 a 2.4 años de duración, según las directrices, mientras que en las mujeres de 50 a 59 años ese periodo dura de 2.5 a 3.7 años, y en las mujeres de 70 a 74 dura entre 4 y 4.1 años.
«En estas pacientes más jóvenes, tenemos una oportunidad más estrecha porque los cánceres tienden a crecer antes y más rápido», señaló la Dra. Lauren Cassell, jefa de cirugía de la mama del Hospital Lenox Hill en la ciudad de Nueva York. «Hay muchas pacientes que desarrollan cáncer de mama entre los 40 y los 50. La preocupación es que saltemos a esas pacientes y las veamos en etapas más avanzadas».
Las recomendaciones de evaluación de la Sociedad Americana del Cáncer (American Cancer Society) y la Red Nacional Integral del Cáncer (National Comprehensive Cancer Network) son idénticas a las nuevas directrices del ACOG, mientras que el Instituto Nacional del Cáncer recomienda mamografías cada uno a dos años a partir de los 40. Además de las preocupaciones sobre los atemorizantes falsos positivos, algunos funcionarios han expresado inquietudes sobre la radiación emitida por las máquinas de mamografía, que por lo general equivale a un viaje transcontinental de ida y vuelta en avión.
«Las mamografías son muy estresantes para las pacientes, porque algunas requieren seguimiento», apuntó Cassell. «Pero desafortunadamente, para encontrar a las pacientes [que tienen cáncer] algunas tendrán que recibir falsos positivos… En cierto nivel, creo que tenemos que aceptarlo».
Algunos cánceres de mama precoces y no invasivos conocidos como carcinoma ductal in situ (CDIS) nunca avanzan a casos peligrosos, reconoció Griffin, y la detección con mamografía podría provocar un tratamiento agresivo que en última instancia resulte innecesario o incluso nocivo.
Pero «no hay mucho consenso sobre exactamente cómo estos cánceres podrían experimentar una regresión . . . ni forma de saber cuáles experimentarán regresión y cuales avanzarán», planteó. «Es verdad que algunos de los cánceres que detectamos no avanzarán».
El costo potencial de las mamografías no se tomó en cuenta para realizar las recomendaciones, añadió Griffin, pero eso también sucedió en las directrices de 2009 del Grupo de Trabajo de Servicios Preventivos de EE. UU. En general, unas 1,900 mujeres de 39 a 49 años de edad tendrían que ser «invitadas a la evaluación» (aunque algunas no irían) para salvar a una mujer en ese rango de edad de la muerte por cáncer de mama, según ACOG.
«Todo esto se basa en nuestro mejor juicio con la mejor evidencia disponible», dijo Griffin. «Por lo general, a partir de los 40 las mujeres tienen hijos, algunas podrían tener padres mayores, y muchas están activas en la fuerza laboral. No creo que en realidad podemos subestimar el valor de una vida que se salve».
El Colegio Americano de Radiología (American College of Radiology, ACR) y la Sociedad de Imágenes de la Mama (Society of Breast Imaging) dijeron que respaldaban las recomendaciones actualizadas del ACOG, y señalaron que los datos del Instituto Nacional del Cáncer muestran que la tasa de mortalidad por cáncer de mama en EE. UU. (que anteriormente no había cambiado en 50 años) se ha reducido en 37 por ciento desde que las mamografías comenzaron a estar comúnmente disponibles en 1990.
«Creo que no evaluar a estas pacientes cada año es dar un paso hacia atrás», aseguró la Dra. Donna Plecha, jefa de la división de imágenes de la mama del Centro Médico Case del Hospital Universitario de Cleveland. «La tasa de curación en las etapas tempranas del cáncer de mama es de mucho más de 90 [por ciento]. Así que creo que es prudente que las pacientes de ese grupo de edad se evalúen anualmente».

Artículo por HealthDay, traducido por Hispanicare
FUENTES: Jennifer Griffin, M.D., assistant professor, department of OB/GYN, University of Nebraska Medical Center; Lauren Cassell, chief, breast surgery, Lenox Hill Hospital, New York City; Donna Plecha, M.D., division chief, breast imaging, University Hospital’s Case Medical Center, Cleveland; August 2011 Practice Bulletin, American College of Obstetricians and Gynecologists
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