Los resultados preliminares ya señalaban que la vacuna del papilomavirus protegía a las mujeres mayores de 24 años. Ahora, los datos definitivos de un estudio en el que han participado investigadores del Instituto Catalán de Oncología (ICO) confirman su gran eficacia en este grupo de féminas.

«Muchas mujeres se preguntaban qué pasaba con la vacuna, si podían ponérsela o no, y este estudio responde definitivamente a esa pregunta», explica a ELMUNDO.es Xavier Castellsagué, de la Unidad de Infecciones y Cáncer del IDIBELL-ICO (Barcelona), que ha dirigido la rama española del ensayo.

Junto con grupos de otros países, como EEUU, Francia, Colombia o Tailandia, han realizado un seguimiento de cuatro años a cerca de 4.000 mujeres entre 24 y 45 años que recibieron las tres dosis de la vacuna tetravalente del VPH (Gardasil, de Merck), que protege frente a los serotipos 6, 8, 11 y 16 del virus, o un placebo.

«Los resultados son robustos y muestran una gran eficacia, que llega hasta el 89%«, subraya Castellsagué. «Además, sabemos que es inmunogénica [que genera una respuesta inmune] y segura», añade el investigador catalán.

El estudio, financiado por la farmacéutica que fabrica la vacuna, se ha publicado en la revista ‘British Journal of Cancer‘.

Indicada pero no generalizada

La vacuna del VPH, comercializada en España desde finales del 2007, se destinó originalmente -y sigue siendo su principal uso- para ser administrada a adolescentes que no habían mantenido aún relaciones sexuales y que, por tanto, no habían entrado en contacto aún con el virus, que provoca la mayoría de los carcinomas de cuello de útero.

Sin embargo, en los últimos años se han sucedido los estudios con otros grupos de población, tanto mujeres mayores de 24 años como varones homosexuales, que han ampliado sus posibles usos. Tanto la Agencia Europea del Medicamento (EMA), como las autoridades sanitarias canadienses han aprobado su uso en mujeres adultas, aunque el tratamiento no se suele financiar ya que el coste-eficacia disminuye a medida que aumenta la edad de la paciente.

«Vacunando a todas las mujeres de estas edades [24 a 45 años], muchas de ellas ya estarán infectadas o habrán desarrollado una lesión preneoplásica o un cáncer y no sería eficaz», señala Castellsagué. Sin embargo, matiza el autor, «una de las contribuciones de este artículo es que incluso en aquéllas previamente expuestas al VPH, la vacuna también confiere cierto grado de protección frente a futuros contagios».

Por eso, la recomendación de los autores es que «las mujeres tomen la decisión a nivel individual. Si tienen percepción de riesgo, por cambio de pareja u otra circunstancia, es bueno que se vacunen. Si tienen una estabilidad en su vida sexual, entonces puede no ser necesario».

Cristina de Martos | Madrid

El Mundo. Actualizado miércoles 01/06/2011 11:52 horas