CARLES FRANCINO: Que nadie cante victoria antes de tiempo, pero acabamos el año diciendo que la ley Gallardón sobre el aborto no vería la luz tal como está planteada, y arrancamos 2014 insistiendo en lo mismo.

Máxime después de la reunión celebrada hoy por la dirección del Partido Popular, donde las voces críticas se han hecho oír y donde según algunas versiones incluso el propio Rajoy le habría dado al ministro la instrucción de que arregle el desaguisado. Pero no es sólo esto, ya no se trata de la pelea interna dentro del PP, que también.

Es que lo que se detecta con este asunto es como un conato de rebelión civil, de protesta transversal, una suerte de ‘¡Hasta aquí hemos llegado!’que tal vez no haya estallado tan fuerte con otras reformas, con otros retrocesos, con otros recortes de derechos. Hombre, ha habido muchas protestas, eso está claro, pero es que en este caso hay tanta gente cabreada de todos los colores, de todas las clases, que insisto, podemos equivocarnos, pero esta ley, tal como está, no va a prosperar.

Y de hecho no debería prosperar. Porque no existe ninguna demanda social al respecto, porque nos devuelve a un tiempo muy lejano y muy oscuro, porque no se pueden imponer creencias religiosas o morales a golpe de decreto y porque es infamecondenar a las mujeres a la segunda división, a no poder decidir por sí mismas.