Por Kate Kelland
LONDRES (Reuters) – El uso de la vacuna Cervarix de GlaxoSmithKline para proteger a las niñas del VPH, un virus que puede causar cáncer cervical, es tan efectivo que las autoridades sanitarias podrían reducir la necesidad de control posterior del cuello del útero, dijeron el miércoles expertos.
Investigadores de Finlandia y Estados Unidos que publicaron dos estudios en la revista The Lancet Oncology hallaron que Cervarix «ofrece excelente protección» contra dos cepas clave del virus del papiloma humano (VPH), particularmente cuando se administra en las adolescentes antes de que se vuelvan sexualmente activas.
Las investigaciones también revelaron que la vacuna protege parcialmente contra otros tipos de VPH cancerígenos y a los que no está diseñada para apuntar puntualmente, dando protección contra un grupo de cepas que en total representan cerca del 85 por ciento de los cánceres cervicales en todo el mundo.
«Dado que los programas de vacunación organizados logran una alta cobertura en las adolescentes jóvenes antes del debut sexual, la vacunación contra el VPH tiene el potencial de reducir sustancialmente la incidencia del cáncer cervical, probablemente permitiendo la modificación de los programas de control», dijo Matti Lehtinen, de la Universidad de Tampere en Finlandia, quien trabajó en los estudios.
El investigador dijo que como resultado de los hallazgos, los expertos en salud de Finlandia, uno de los países que introdujo campañas nacionales de vacunación en el 2007, deberían evaluar disminuir los programas de control del cuello del útero a apenas un único test, entre los 25 y los 30 años, para controlar que la vacuna haya sido totalmente efectiva.
«Uno no debería tener dos medidas que se solapen si una ya es lo suficientemente efectiva», señaló Lehtinen. «Esto podría significar realmente mucho ahorro en términos de costos de los controles», agregó.
La vacuna de GSK contra dos cepas apunta a los tipos de VPH 16 y 18, que son responsables de alrededor del 70 por ciento de los cánceres cervicales o de cuello de útero.
El laboratorio rival Merck también fabrica una vacuna contra el VPH, llamada Gardasil, que además de proteger de los tipos 16 y 18 apunta a otras dos cepas del virus.
El cáncer cervical o del cuello uterino es el segundo más común en las mujeres de todo el mundo, con alrededor de 500.000 nuevos casos y 250.000 muertes anuales, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Prácticamente todos los casos están relacionados con infecciones genitales con VPH, la infección viral más común del sistema reproductivo.
PROGRAMAS NACIONALES DE VACUNACION
Varias naciones desarrolladas introdujeron en los últimos años programas nacionales de vacunación contra el VPH para las niñas y las mujeres jóvenes.
En Estados Unidos, por ejemplo, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC por su sigla en inglés) actualmente recomiendan que las niñas y mujeres de 11 a 26 años reciban Cervarix o Gardasil.
Lehtinen dijo que estas vacunaciones podrían finalmente reducir la necesidad de controles cervicales generalizados, los cuales suelen realizarse cada unos pocos años -o incluso anualmente- en las mujeres a partir de los 25 años.

Los dos estudios publicados en The Lancet Oncology observaron la eficacia de Cervarix.
El primero, que incluyó a casi 20.000 mujeres saludables de entre 15 y 25 años de 14 países de Asia, Europa, América latina y Norteamérica, reveló que la vacuna brindaba altas tasas de protección contra precánceres cervicales de alto grado, el desarrollo temprano de una condición denominada adenocarcinoma, y contra otros 12 tipos de VPH causantes de cáncer.
En la segunda investigación, la vacuna mostró mayor protección cruzada contra otros tipos de VPH generadores de cáncer -31, 33, 45 y 51- en diferentes grupos de mujeres.

Reuters Health