Parecía que se les estaba ganando la batalla, pero en los últimos años el número de personas con una enfección de transmisión sexual (ETS) ha aumentado. La relajación de las medidas de prevención durante las relaciones y la ausencia de consultas especializadas en estas enfermedades son los principales obstáculos para mantener a raya estas patologías, según denuncian los médicos de Atención Primaria.
En las últimas décadas, la preocupación por un contagio por el virus del sida había sido un aliado para evitar otro tipo de infecciones relacionadas con conductas sexuales de riesgo. Sin embargo, tras la aparición de los fármacos antirretrovirales y la mejora del pronóstico de las personas infectadas por el VIH se ha perdido el miedo y con él las precauciones tanto a esta enfermedad como a otras, según señala la doctora María Luisa Junquera Llaneza, jefa de sección de la Unidad de ETS del Servicio de Dermatología del Hospital Monte Naranco de Oviedo. De hecho, en los últimos años han aumentado los casos de clamidia, sífilis y VIH, además de la infección por el virus del papiloma humano, que es en la actualidad la ETS más frecuente y prevalente.
«Las informaciones y la educación de la población parecen ser suficientes para cambiar hábitos que han demostrado hace poco tiempo ser muy útiles para reducir la incidencia y las nuevas infecciones. A nivel individual, cada persona debe poner de su parte», señala Junquera.
Sin embargo, tanto esta especialista como los reunidos durante el Congreso Nacional que la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (SEMERGEN) recuerdan que, a pesar de la importancia que puede tener el asesoramiento médico, en comunidades como Galicia, Castilla y León y Extremadura no existen unidades de ETS.
En estas comunidades, los pacientes se ven obligados a trasladarse a otras comunidades autónomas para tratar su trastorno. Es un problema «que está un poco enquistado desde hace mucho tiempo y en esos sitios no se sigue un protocolo de actuación adecuado».
Estos expertos también han señalado que se debería concienciar a todos los médicos para que en su práctica clínica habitual tengan presentes ciertos conceptos sobre estas enfermedades y sepan manejar al paciente con una posible ETS, así como seguir promoviendo programas de formación útiles para el colectivo sanitario y la población general.
Tal y como señala el doctor José Antonio Varela Uría, dermatólogo responsable de la Unidad de ETS del Servicio de Dermatología del Hospital de Cabueñes de Gijón, «necesitamos la implicación de los responsables políticos de nuestro sistema sanitario, que se conciencien del programa y faciliten el manejo y una labor docente y divulgativa».